La realidad virtual es una pasada, la mires por donde la mires. Estar sentado en una silla y que parezca que estás dentro de un videoclip musical, en un parque de atracciones, o directamente en un mundo imaginario mientras cenas en un restaurante, deja bien claro que esto solo puede ir a más. ¡Y tan a más que va! Porque ya están trabajando en tocar y sentir en realidad virtual a través de unos neoprenos llenos de sensores. ¿Os lo podéis creer?

Engatusar a la vista y al oído fue el primer paso para alucinar con unas gafas de realidad virtual, pero con este traje podemos dar un paso más y notar las olas del mar si estamos en playa o el tacto suave de un perrete que quiere jugar con nosotros. La tecnología responsable de este avance son los solenoides, unos dispositivos que producen campos magnéticos a partir de diferentes sonidos, cuyas vibraciones sentimos en la piel. ¿Te imaginas pegarte un chapuzón virtual con las zapatillas de andar por casa mientras acaba la lavadora?

Gracias a este importante avance, llevado a cabo por estudiantes de la London’s Royal Gallery of Art, podremos transportarnos en cuerpo y alma, más literal que nunca, a universos virtuales y vivir la experiencia completa. Eso sí, a este paso vamos a necesitar un armario exclusivamente para guardar todo los cacharros de realidad virtual, pero, oye, ¡tan ricamente! ¡Que la realidad virtual se está ganando a pulso en hueco en nuestras vidas!