Cuando organizamos un evento nos gusta cuidar hasta el último detalle, personalizarlo al máximo para que sea un momento especial y que su protagonista lo recuerde durante mucho tiempo.

Este fin de semana organizamos una fiesta de cumpleaños para un apasionado de la ciudad de Nueva York. El momento estrella llegó con la presentación de esta tarta personalizada que además… ¡estaba deliciosa!