Con motivo del día (¡qué gran día!) del CommunityManager, os traemos uno de los secretos mejores guardados de cualquier marca que se precie, aprovechando ahora que no nos oye nadie. Todo Community que se precie debería hacer de este decálogo su Padrenuestro de cada día, así que si aún no te has empapado aún de él… estás tardando. ¡Dentro decálogo!
1. Conoce tu marca
Puede parecer una obviedad, pero conocer en profundidad a tu marca ha de ser siempre el primer paso. Tan importante como conocer sus puntos fuertes y virtudes, es conocer sus defectos y limitaciones. Empápate a fondo y conviértete en una prolongación. ¡¡Hay que empezar por creérselo!!
2. Conoce a tu público
Para generar y compartir contenido que resulta interesante, es importante “poner cara” a los que están al otro lado de las pantallas. Conocer a tu público ha de ser un objetivo prioritario para convertirte en el rey de los Communities.
3. Márcate unos objetivos claros
¿Quiero aumentar mis seguidores? ¿Quiero lograr notoriedad de mi marca? ¿Aumentar las ventas? Es importante sentar unos objetivos para saber en qué líneas debes trabajar. Siéntate y piensa antes de ponerte a twittear como un loco.
4. Adelántate al calendario
Preparar con antelación un calendario es fundamental para que no se te escape nada. Marca en rojo las fechas importantes y señala los eventos imprescindibles en relación a tu marca. ¡¡No volverás a llegar tarde!!
5. Interacciona con tus seguidores
Una buena planificación de tus cuentas es fundamental. Eso te dará el margen necesario para dedicar la mayor parte de tus esfuerzos a la interacción con tus seguidores. Crear una “comunidad” será fundamental para lograr el éxito en tus redes.
6. Presta atención a las tendencias
Estar a la última es fundamental para todo CM que se precie. Conocer los trendingtopicsdel momento te permitirá conocer el contenido más viral de la red y utilizarlo conforme a tus intereses.
7. La velocidad importa
De la misma forma que es importante estar al loro de las últimas tendencias en la red, es importante hacer uso de las mismas dentro de un tiempo prudencial. La fecha de caducidad de lo viral es muy limitada y ello hace que llegar tarde pueda parecerte hacer desfasado.
8. Conciénciate de la necesidad de actualización constante
Dar sensación de actualización constante en todas tus pantallas es fundamental. Entrar en una cuenta en la que, por ejemplo, hace más de un mes que no ha habido movimiento alguno… no provoca reacciones precisamente positivas en los internautas.
9. Olvídate de tener horarios
Por todo lo anteriormente mencionado, la premisa nº1 del CM es que -¡por desgracia!- no tenemos horario. La necesidad de actualización e interacción constante hace que las pantallas terminen convirtiéndose en la prolongación natural de tu mano.
10. Cuidado con mezclar contenido con tu cuenta profesional
Y por último, pero no menos importante… el error más viral del mundo Community. ¿Quién no recuerda un tweetque, seguramente, perteneciese a la cuenta personal del CM y terminó en la cuenta de la marca? Ojo con eso, puedes dar a Internet contenido fácil para muuuuuchos memes.
Como todas las profesiones, los community manager también pecamos de deformación profesional, con el añadido de que se entremezcla en nuestro día a día personal con demasiada facilidad. ¡Pero qué le hacemos! Nuestro trabajo nos exige estar siempre ojo avizor a las últimas novedades para compartirlas con nuestros seguidores. Si lo hacemos para gente que no conocemos, ¿cómo no vamos a hacerlo para nuestros amigos y familiares?
1. Pensar bien cómo decir las cosas.
Cada copy que escribe un community manager lleva una estrategia detrás porque buscamos que enganche a la gente, comparta la publicación e interactue con ella en las redes sociales. ¡No puedes arriesgarte a publicar cualquier chorrada y cargarte las estadísticas! Esto es muy útil en la vida porque, ¿a caso no has oído que lo importante no es lo que se dice, sino cómo se dice? Anda, ve y pídele un aumento de sueldo a tu jefe siguiendo esta técnica, a ver qué pasa…
2. Consultar las redes sociales de tus clientes con el mismo interés que si fueran las tuyas personales.
Las redes sociales de tus clientes nunca pueden quedar abandonadas por lo que las consultas continuamente para que no se te escape nada. La cuestión es que cuando te aburres mientras esperas al metro o autobús empiezas consultando tu Facebook y tu Instagram, y acabas por echarle un vistazo hasta al Trip Advisor de ese cliente que tiene un restaurante. La excusa es que tienes que estar al loro de lo que se cuece pero admítelo, no sabes dónde está la línea entre trabajo de community manager y vida personal.
3. Hacer las fotos como si todas y cada una de ellas fueran material de redes sociales.
Da igual que sea de fiesta con tus amigos que el cumpleaños de tu sobrino. ¡No concibes hacer fotos al tuntún sin seguir unas pautas mínimas de fotografía! No aceptas posados a contraluz, todo el mundo tiene que salir bien aunque ello suponga 600 fotos, y el fondo siempre está estratégicamente elegido. Así, obviamente, acabas siendo el fotógrafo del grupo.
4. Destacar un titular de cualquier evento, que te serviría de título para una publicación en redes sociales.
Acabamos el merchandising de un cliente. “¡Así de chulo ha quedado este merchandising para Nosequién!”. O el lunes te compras un café de camino a la oficina. “Empezamos el lunes a tope de café para comernos la semana”. O el precio de la lechuga ha subido. “Alucina, vecina, con el precio de la lechuga. ¡A este paso me voy a hacer las ensaladas con césped del parque!”. Ains, los community manager somos así, no lo podemos evitar. Nuestro cerebro enseguida destaca un titular resumen digno de ser publicado en algún lado.
5. Dar la definición de community manager cada vez que dices en qué trabajas
Todavía son muchos los que siguen sin conocer nuestra profesión, o los que la resumen como “los que estamos metidos en Facebook todo el día”. Por eso, cuando te preguntan que en qué trabajas, te sale el speech de carrerilla, con sus puntos y sus comas, para que a todo el mundo le quede clarito a qué nos dedicamos. ¡Porque el curro de community manager mola mucho y es una profesión seria!
En pocas palabras, Facebook es una red social en la que puedes publicar texto, fotos y enlaces para que los vean tus amigos o seguidores, pero en la práctica es mucho más, y en para una empresa, mucho muchísimo más. Gestionar tu página de Facebook no supone subir lo que te venga en gana y acumular me gusta al tuntún, por lo que antes de iniciar esta aventura párate a responder esta pregunta: ¿cuál es mi estrategia en esta red social? ¡Y nada de hacer la cobra! Porque sin una respuesta clara, el camino que recorras en Facebook será como ir dando palos de ciego. ¿Qué necesitas saber sobre esta red social?
1. Estrategia
Nos repetimos más que el ajo, ¡pero es que sin una estrategia clara no vas a ningún lado! Hay que decidir cuál será la línea editorial a seguir, lo que implica determinar el tono de voz y la temática del contenido acorde con nuestro negocio. Las redes sociales son como una plantita, hay que cuidarlas todos los días. Eso sí, ello no implica que publiques a todas horas, sino que hagas un seguimiento de las analíticas y, según la estrategia decidida y el comportamiento de tu público, adaptes tu contenido para conseguir los mejores resultados.
2. Alcance e interacción
El alcance e interacción son las métricas principales de Facebook y hay que saber interpretarlas sabiamente. El alcance es el número de personas que ven nuestra publicación, por lo que cuantas más la vean mejor. Pero si no hay interacción, entonces hay algo que estamos haciendo mal porque, ¿de qué sirve que mucha gente nos vea si no le gustamos a nadie? Y viceversa, por muy genial que sea una publicación no hacemos nada si no la ve ni Peter. Ten un ojo siempre atento a ambos, identifica las razones por las que evolucionan así y actúa en concordancia.
3. Conversión
De nada nos sirve un alcance o interacción muy altos si esto no se convierte en lo que vamos buscando. Más ventas, más reservas, más seguidores en las redes sociales… Sea cual sea el objetivo, no hay que perderlo nunca de vista y montar la estrategia para conseguirlo. Si vemos que nos vamos por los cerros de Úbeda, entonces hay que parar y reconducirlo. Toda empresa quiere unos ingresos altos y por eso Facebook es una herramienta de apoyo para ir a por ello. ¡No hagas un mal uso de esta red y desperdicies la oportunidad de hacer algo estupendo para tu negocio!
A veces, el mundo da penita entre crisis, guerras, desastres naturales… ¡Pero no puede reinar el pesimismo en nuestras vidas! Bajo esta premisa Chevrolet ha desarrollado su última campaña de marketing, dispuestos a sacar la positividad de hasta debajo de las piedras, porque cuanto más optimismo repartas en tus redes sociales, ¡más gasolina gratis te regalan ellos!
¿Cómo lo hacen? Chevrolet hace un barrido en las publicaciones de la red social que elijas, Facebook o Twitter, y realiza un análisis de sentimientos y computación cognitiva, basándose en elementos como las palabras más repetidas y los emojis que más utilizas. Así elabora un informe de tu actitud social con una puntuación en una escala de 0 a 200, con tus características sociales principales, qué aspiraciones tienes y un consejo para que las alcances. Chevrolet se ocupa entonces de traducir tu nota en kilómetros de gasolina, así que antes de someterse al test es conveniente que te asegures que eres un súper algodón de azúcar multicolor que rebosa alegría y felicidad. ¡Todo sea por conseguir gasolina gratis (y de paso, vivir con una sonrisa en la cara)!
Lo único, y antes de que te emociones en exceso, es una iniciativa que por el momento está en marcha en Nueva Orleans, Buenos Aires y Ciudad del Cabo, pero en España podemos someter nuestro Facebook o Twitter al polígrafo de Chevrolet para que nos cuente si somos el alma de la fiesta o si, por el contrario, deprimimos al personal con nuestras publicaciones. Y es que en duam nos encanta esta iniciativa, nosotros que somos tan joviales y sonrientes todos los días. ¡Si nuestro eslogan es Deja de soñar y hazlo realidad! ¡Nos unimos a Chevrolet para fomentar el optimismo y el buen rollo todos los días!
El ser humano es un popurrí de razonamientos y emociones que a su vez se entremezclan con los de otros seres humanos. ¡Y este hecho tan extraordinario nos pone la cabeza loca a los community managers! Colgar un post en Facebook, un artículo de blog o twittear engloban mucho más que simplemente comunicar una idea, y a veces nadie hace ni caso a las publicaciones y no sabemos muy bien por qué. Es momento de pararse a analizar cómo lo estamos haciendo y revisar estas 10 razones por las que tus seguidores te ignoran en las redes sociales.
1. Te falta un calendario de contenidos
¡Ni te atrevas a iniciar la aventura que supone el marketing de contenidos sin tener una planificación previa! No vale con publicar aleatoriamente por mantener el perfil (medio) vivo, tienes que sentarte a elegir los temas de los que vas a publicar, cuándo, con qué fotos, con qué finalidad, y armar un calendario con el contenido previsto para esa semana. ¡Qué digo semana! ¡Calendario para ese mes entero! Sin él, no llevarás un control sobre los temas, ni un tono de voz definido, algo imprescindible para conectar con tu público.
2. La foto
¡Qué sabio era el chino que dijo que una imagen vale más que mil palabras! La foto es el gancho para que tus seguidores decidan pararse en tu publicación de entre las decenas que aparecen en su timeline y sólo se detendrán si su ojo percibe algo llamativo. Pero llamativo para bien. No valen las fotos desenfocadas, mal encuadradas, de tamaño descomunal que tardan en cargarse, ofensivas, etc. Tira de creatividad y busca (¡o crea!) imágenes que derrochen originalidad.
3. El texto
Aunque Facebook sea generoso con los caracteres, no te explayes en exceso. Es mejor que escribas algo corto y con chispa y te dejes de parrafadas interminables que casi nadie lee hasta el final. Intenta ser claro y conciso, con un tono que vaya acorde con tu marca y que invite a la gente a interactuar e iniciar conversación. Y esto mismo hay que ser capaz de hacerlo en los 140 caracteres de Twitter. ¡Reto aceptado!
4. Los hashtags y emojis 💃💃💃
Los hashtags sirven para que te encuentren personas que no te siguen, pero están interesadas en el mismo tema que tú. También ayudan a encuadrar el texto y añadirle un toque de humor o sarcasmo, pero intenta no poner más de 3 ó 4. En cuanto a los emojis, úsalos para comunicar de forma más divertida y directa, siempre y cuando esto vaya en línea con tu marca. Si debes ponerlos o no sólo dependerá de tus lectores y su reacción (o la ausencia de ella) a tus publicaciones. ¿Te imaginas un post en el Facebook de Dior con una muñequita flamenca?
5. Los títulos
Si tienes un blog, (que deberías tenerlo, averigua por qué aquí) el título de los artículos va de la mano de la foto principal. Elige una frase que deje adivinar qué contiene el artículo y por qué es interesante para el lector. Un buen título adelanta de qué trata el post, es corto, contiene las palabras clave y crea expectación. En función del tipo de artículo y tu marca puedes añadirles un toque de humor, para que sea percibido como ameno y simpático; poner el título en forma de pregunta, ya que los usuarios plantean sus dudas en los buscadores, o hacer un ranking, ya que suelen funcionar muy bien.
6. La frecuencia de publicación
Cada red social funciona diferente, por eso cada una tendrá que tener su estrategia. Así como un tuit queda enterrado bajo decenas en a penas un minuto, las publicaciones de Facebook perduran mucho más, por lo que no es conveniente quemar a tu audiencia publicando demasiado. Una vez al día suele ser suficiente, en cambio Twitter demanda mucha más atención más para que seas visible. Además, no olvides que tus propios seguidores te darán pistas sobre si has acertado con la frecuencia de publicación. ¡No serías el primero que pierde seguidores por publicar en exceso!
7. El tema
Facebook sólo muestra a tus seguidores el 30% del contenido que publicas en función de sus intereses, por eso es importante currarse el tema. Hay que estar al loro de los trending topics, tendencias y últimas noticias, porque será sobre eso sobre lo que la gente va a buscar en internet y es importante que tú estés en la onda (¡recuerda los hashtags!). La cuestión no es qué tema es interesante para ti, sino qué tema es interesante para tus seguidores.
8. Seguidores poco comprometidos
Que nadie niegue que ha invitado a todo su círculo social a que le siga en todas las redes sociales para incrementar el número de seguidores. Si quieres que tu marketing de contenidos tenga un efecto positivo, de nada sirve que te sigan tus amigotes del cole, que quizás no tienen interés alguno en tu producto. Por eso es fundamental estar en el punto de mira de quienes realmente sí tiene interés en ti, porque ellos serán los que finalmente interactúen con tus publicaciones.
9. Buena gramática y ortografía
Lo obvio no siempre lo es tanto y por eso hay que recordar que las publicaciones deben ir impecables de errores gramaticales y de ortografía. Una tilde puede patinar sin que sea el final del mundo, pero cuidadito con la b y la v, haches intercaladas, expresiones que, aún siendo muy populares en tu pueblo, son una patada a la RAE y otros errores de escritura. Si tienes una duda, pregúntasela a Google, busca un sinónimo o, si son intencionados, déjalo bien claro con unas comillas. Los errores del community manager repercuten en la reputación de tu marca.
10. La hora de publicación
Quizás creas que tus publicaciones tendrán mayor alcance a las 11:00 horas, cuando se supone que todo el mundo se está tomando el café de media mañana. Pero a lo mejor resulta que tus seguidores se conectan a las redes sociales mientras desayunan a las 8. Identifica las horas de máximo alcance para conseguir que tu publicación llegue a más personas y, así, consigas mayor interacción. Las redes sociales son muy majas y te dan toda esta información procesada, únicamente hay que saber interpretarla y actuar en consecuencia.
Y si a pesar de estar haciéndolo todo bien tus publicaciones no tienen tirón, también pueda deberse a factores fuera del alcance de tu mano, como los cambios de algoritmo en los timelines o publicar en determinadas épocas del año. Pero, ¡ojo! Aunque estemos en verano, internet no cierra, ¡así que no hay excusa para no cuidar con mimo tus redes sociales! ¡A por ellas!