Yo tengo clarísimo que merece la pena pagar más por un producto cuando el packaging lo mola todo. ¿Tú no? Y es que hay algunas marcas que se lo curran que da gusto y a veces el exterior casi es más chulo que el interior. Justo lo que ocurre con la marca de pasta Sapore, que en lugar de venderte los espaguetis en el típico paquete de plástico (que, por cierto, a mí siempre se me raja y acaba el armario con espaguetis por doquier), los presentan en este original packaging en forma de rodillo de cocina. ¿No es genial?

El cuerpo del rodillo contiene la pasta, mientras que los mangos tienen especias para que puedas cocinar un platazo italiano sin que le falte de nada. Pero la gracia de este producto no se queda en la originalidad de su packaging, si no en lo que transmite. ¿Qué nos viene a la cabeza con un rodillo de cocina? En una masa casera y artesanal, que hay que sobar y dejar reposar para luego cortarla y convertirla en tallarines, espaguetis o macarrones. ¡Fíjate la de puntos que ha sumado la marca Sapore con la idea del rodillo!

Porque al final hay que admitir que el packaging influye en el sabor de las cosas y nos convence del sabor que tendrán. Y en este caso, esta pasta seguramente nos sepa más rica porque entendemos que está hecha de forma artesanal, con el cariño de un simpático cocinero de la Toscana y que gracias a las especias (que obviamente consideramos que provienen de Italia) podremos disfrutar de un plato de pasta en casa 100% italiano.

Para que luego haya quien diga que el packaging no es importante. Claro.

Imágenes: www.machodominante.es