¡Qué gran momento! Decidir invitar a tu pareja a un bonito restaurante y esperar nervios@ a que llegue el postre para hacerle la gran pregunta ¿Quieres casarte conmigo? Y después de ver su cara de emoción, la gran respuesta… Sí, quiero. ¡Enhorabuena! Habéis tomado una de las decisiones más importantes de vuestra vida, pero ahora viene la parte más compleja para muchas parejas, organizar la boda. Es el momento de plantearte, ¿organizamos nosotros la boda o contamos con un wedding planner que nos asesore?
La boda tiene muchos detalles que implican tiempo y dedicación para conseguir un buen resultado: elección de trajes, alianzas, ramo, decoración floral, lugar de la ceremonia, lugar del banquete, música, catering, restaurante, invitaciones… y es el día de tu boda, ¿no crees que os merecéis disfrutar del momento y dejar en manos de otra persona la coordinación de que todos esos detalles salgan como tú quieres?
El wedding planner es esa persona que necesitáis para que os acompañe en vuestra toma de decisiones. Al contrario de lo que mucha gente piensa, el wedding planner nunca decidirá nada por vosotros, todo lo contrario, será un asistente totalmente personal al que contaréis lo que queréis y se encargará de hacerlo realidad. Gracias a que el wedding planner está en continuo contacto con proveedores del sector nupcial, tendrá un amplio abanico de fincas, restaurantes, catering, fotógrafos, diseñadores gráficos, pasteleros, músicos, floristerías… con lo que tendréis más donde elegir y a un precio seguramente más competitivo de lo que podréis conseguir por vuestra cuenta.
Podríamos decir que al contar con un wedding planner ganaréis:
En tiempo. Tiempo para vosotros. Sólo os tendréis que reunir con el wedding planner para ver cómo van las gestiones, sin tener que estar buscando por internet, haciendo visitas…
En nervios. El wedding planner será el encargado de organizar, gestionar y llevar al día todo lo necesario para que vuestra boda salga perfecta.
En variedad. Sólo tendréis que pedir y el wedding planner se encargará de hacerlo realidad, rastreando hasta el último rincón para ofreceos lo que buscáis.
En presupuesto. La posibilidad de acceso a gran cantidad de proveedores, permite al wedding planner tener precios muy competitivos que de otra forma sería complicado conseguir.
En servicios. El wedding planner se encargará de todo, desde lo más básico como la finca o el catering, hasta el último detalle como el transporte o alojamiento de invitados que vengan de fuera, el viaje de novios, las despedidas de soltera/o…
Si en una boda tradicional un wedding planner es una ayuda excepcional, si estáis pensando hacer una boda temática, casi se convierte en algo fundamental. La búsqueda de trajes temáticos, decoración temática, diseños… necesitan aún de mayor tiempo y dedicación.
Nuestra opinión: Es vuestro gran día, ¡disfrutadlo! y contar con un wedding planner que os ayude a conseguir todo lo que queréis sin tener que restar tiempo para vosotros.