Hace un mes fue el lanzamiento del iPhone 6S y SPlus. Hace unas semanas la apertura de la nueva tienda de Primark en la Gran Vía madrileña. Y hace unos días se puso a la venta la nueva colección de Balmain en H&M. ¿Se puede saber cómo han hecho estas marcas para conseguir que cientos de personas acampen alegremente en la calle con tal de ser el primero que entre en su tienda? Si algo tienen en común Apple, Primark y H&M es que han sido capaces de generar colas literalmente kilométricas entre sus seguidores, que no han dudado en esperar durante horas el gran momento de cruzar sus puertas. ¿Cuál es su secreto? Una magnífica estrategia de marketing y comunicación.

Generar expectación

Internet se ha convertido en el mejor aliado para generar tantísima expectación, a base de hacer eco de cualquier paso que dan. Ejemplo de ello es el iPhone 7, que no saldrá a la venta hasta la segunda mitad del 2016 y ya hay noticias en la red que llenan de impaciencia a los Apple-adictos. En el caso de Primark y H&M, nos han puesto el caramelo en la boca con las redes sociales mucho antes de estar sus productos disponibles. ¿Quién se querría perder el evento del que todo el mundo habla?

Ser parte del evento

Porque, efectivamente, se trata de eventos marcados en el calendario con semanas de antelación, al que acuden masivamente seguidores, o no, de las marcas. Aunque el comercio electrónico va poco a poco ganando terreno, todavía son muchísimos los que prefieren hacer acto de presencia en el meollo de la cuestión, aunque ello suponga invertir horas de espera. Las redes sociales echan humo con mensajes y fotos de emoción e impaciencia que contribuyen a generar más expectación, otras marcas se apuntan y aprovechan la concentración de tanta gente para promocionarse, se implantan sistemas de organización de colas con azafatas, guardias de seguridad, vallas, tickets…

El valor añadido de la experiencia de compra

Los consumidores no sólo buscan adquirir el producto en sí, sino la experiencia de compra y las sensaciones que nos provoca. La nueva tienda de Primark, líder por excelencia de la ropa low cost, recuerda al glamouroso centro comercial Galeries Lafayette en París; en H&M se impuso un estricto protocolo en la compra de los productos de Balmain – turnos de diez minutos en grupos reducidos con las posibilidad de adquirir una única prenda por persona- y si tienes algún aparato de Apple, inmediatamente pasas a formar parte de su exclusivo club de fanáticos de la manzana mordida.

La herramienta más potente de publicidad son los propios consumidores, quienes se convierten en evangelistas que comparten su experiencia con la gente de su entorno. Es por eso que estas marcas ponen mucho énfasis en proporcionar la mejor atención al cliente y siempre encontrarás a dependientes con sonrisas a prueba de agujetas, encantados de poder ayudarte y que harán que estés deseando volver antes de haber salido de la tienda.

Habrá algunos que hablen de fiebre de consumismo, otros de fánaticos seguidores de las marcas… pero seamos pragmáticos, lo que son Apple, H&M o Primark, son verdaderos artistas en marketing y comunicación, ¡chapeau!